De la micro a la casa

En un recorrido ordinario. Bajo de la micro…que lindo los ojos del tipo que iba sentado detrás mió…tal vez debió bajarse conmigo… siempre pienso que seria buena idea conocer a alguien así. Camino por la cuneta dando pacitos de ballet un poco jugando un poco tratado de no caer a la calle, la cruzo ya buscando una idea…una idea, la que fuera un color, una imagen…no tengo nada claro. Vitrinas, ofertas…en una algo de arte, bastante inspirador pero no lo suficiente para mi mente imprecisa. Solo logro recordarme una vez mas el miedo que le tengo al uso del material, a gastarlo… y no es q me falten oleos o papeles, es que por alguna extraña razón temo a usarlos a gastarlos. Una de esas placitas que la municipalidad se encarga de mantener simplemente preciosas, me sirvió de imán para cambiar mi camino habitual en la desesperación de encontrar ahí esa idea… ¡un columpio! Me relajaría y me dejaría divagar en movimiento… ¿se han dado cuenta que las plazas de hoy ya no tienen columpios?...la luz estaba increíble…esa luz que alguna vez describi como acogedora… camiones de la municipalidad otra vez…los que recogen la basura…hasta en eso pensé, buscar algún objeto que lograra decirme algo… el tipo que iba adelante recogiendo las bolsas de las casa llamo mi atención…la calle se acababa…salí con éxito y sin perderme a Manquehue. Un abuelo comento a su acompañante ¿Qué hace él ahí? Y me maniobre para ser de igual forma yo algo que el no comprendiera….y a pocos pasos de la esquina y del semáforo cruce la calle en plena roja (para lo peatones) y logre llegar hasta la mitad de la calle. Ya en las Hualtatas exasperada por que aun no tenía nada…comencé a conceptualizar situaciones: comodidad, consumismo, tradición, infancia, rutina, un hombre guapo (jeje), primavera, pasaje, vecinos, lujos. Toque el timbre, busque que almorzar. Toda la ensalada que encontré para mantener la línea, nada de sal, poco aliño y una pizza para no olvidar la realidad en la que me encuentro inmersa. Prendo la tele y busco monitos bien nuevos a modo de aterrizar aun más luego del paseo por mi cabeza.