Mientras pintaba

Y como el arte ya se había muerto en mi
Pensé destrozarlo del todo.

Volvió ese nerviosismo creativo, las extrañas composiciones y el color gobernante.

Ignorando todo canon, conocimiento, estudio previo o reflexión, tome las riendas de los sentimientos y los tire con rabia sobre mi reducido soporte.

El resultado?

Unas ansias increíbles de no detenerme y seguir plasmando ya casi donde fuese este nerviosismo y abrutamiento espontáneo que me abre un horizonte creativo lleno de impulsos y exacerbamiento.

El color y la ausencia de forma
Se toman el soporte y se apoderan de el, haciéndolo suyo.

El magenta…lo que mas me molesta del magenta es que nunca fue el color que yo pensé, es rosadito.
Lo arruino todo, lo bueno es que alguien una vez me dijo que la ventaja del óleo es poder corregir. Así que de algún modo el amarillo cadmio logro invadir. Me falto el típico UNDO de los programas de cumpu…siempre lo extraño.

Y acaba el ansia, el enojo, el incontrolable enardecimiento.
Quedo satisfecha, rebosada de expresión.
Todo quedo materializado en el texto y en los colores, en el azul junto con el amarillo.